LINARES, (Noviembre 2006).- Con motivo del XXV Aniversario del Centro Cultural Poveda en Linares, ha tenido lugar un encuentro-convivencia a la que han sido invitados todos los monitores y jóvenes de ACIT Joven que han convivido en el Centro en los últimos 25 años.
Acudieron a la cita del 14 de octubre más de 60 personas, algunas venidas desde los distintos lugares donde ahora desarrollan su labor profesional. Muchos otros se han hecho presentes mediante cartas y llamadas telefónicas.
Juntos han recordado su historia recorriendo las imágenes fotográficas desde los primeros años del Centro hasta la actualidad. Además han revivido el recuerdo de personas y momentos especiales a través de un audiovisual que les acercó a rostros y voces queridas.
Al final, en el patio siguieron conversando y compartiendo un refresco.
Para los participantes “ha sido una celebración emotiva que ha hecho revivir sentimientos y deseos y han determinado mantenerse en comunicación a través del Centro y de nuevos encuentros”.
Un placer haber formado parte de esos 25 años y de haber recibido los consejos de Ana Mari, Margarita, Sara, Carmen, Herminia, Pilar, etc, etc.
-------------------------
2--> Travimenta Tales
(Antes de nada decir que la historia que voy a contar se centra en la línea Linares - Jaén que tengo que usa muy a menudo por la Universidad).
Lo de esta compañía de autobuses es para escribir un libro de aventuras o una tragedia Griega, según como se vea. No contentos con disponer de los peores autobuses en los que me he montado en mi vida, que son muchos, este domingo casi nos matan.
- Empezemos por el principio:
Cogía la segunda y última línea de tarde (si contamos la de las 12:30 pm como de tarde) de Linares a Jaén que es la única que no hace parada en Mengíbar y Bailén para llegar pronto a mi casa en Jaén. Ya en el autobús, me puse por el final, justo encima de la rueda. De primeras el motor, encendido, hacía ruidos raros, pero como estamos acostumbrados a esos ruidos pues pensé que sería más de lo mismo.
Salimos de la estación, viajamos y después de un rato empezamos a entrar en Jaén (por la entrada del Hotel de picos, que no se como se llama). Hasta ahí todo normal... normal hasta que vemos que el conductor para en una gasolinera. El conductor coge y se baja del autobús sin decir nada (1er fallo). Nos levantamos todos del asiento, miramos por las ventanas y vemos que empieza a salir humo de la rueda trasera derecha. Empieza la gente a bajarse del autobús, el conductor coge un extintor pero no lo usa, muchos nos quedamos dentro del autobús expectantes de lo que sucedía fuera. Por el momento el problema era leve, un poco de humo y nada más y entonces en la parte trasera (en la que me encontraba)... BOOM. No se lo que pasó, pero algo pego un reventón que hizo que pegará un bote. Empezamos a salir corriendo todos los que estaban en el autobús. Ya en las afueras del autobús, helándonos de frío, vemos que el conductor llama por el móvil, se mueve un poco por aquí y por allá, se acerca a los pasajeros y nos dice:
-- "Subid al autobús que solo ha sido un reventón de rueda. No os preocupéis que tenemos otra y aunque sea despacito podemos llegar a la estación" (2º error)
Obviamente la gente empezó a reprocharle que eso no era seguro, que llamará a otro autobús... pero el conductor seguía en sus trece, "no puedo hacer más, o nos vamos en el autobús u os tenéis que quedar aquí (en medio de la nada)". Total, nos subimos en el autobús, ocupando la parte delantera (por eso de no morir en el caso de que explotará la parte trasera :) ) y justo sentarnos todos alguien grita: "¡Fuego!, ¡Fuego en la rueda!" Y de nuevo a salir todos por patas del autobús.
La rueda derecha trasera empezó a arder y de ahí salían gases y esa rueda estaba al lado del maletero. La gente empezó a coger maletas y a tirarlas al suelo. En cuestión de segundos, me vi sacando maletas de gente que no conocía, aspirando gases de neumático quemado y con la imagen en mi cabeza de una posible explosión (si llegase el fuego al depósito de gasolina). Por suerte pudimos coger todas las maletas y correr lo más lejos posible.
Lo que pasó después es bastante obvio, las personas de la gasolinera corrieron a apagar el fuego (ya que una explosión del autobús habría sido nefasta por eso de tener una gasolinera al lado), el humo convirtió esa parte de Jaén en un Silent Hill artificial y después de los despueses llegaron los bomberos que apagaron la parte trasera incendiada del autobús.
Llegó la prensa y Travimeta, que de tonta no tiene un pelo, se le ocurrió enviar a recogernos una pedazo autobús que brillaba por si solo para que la prensa viera lo buena compañía que es.
Conclusión: Ninguna, es un problema que ya lleva mucho tiempo y que no se ha erradicado, desde autobuses con el aire acondicionado roto que en invierno esta activado a más no poder produciendo resfriados como mínimo hasta esto que he contado. La lástima es que no explotará y hubiese sido la cosa un poco más grabe para que se dieran cuenta que transportan humanos y no chatarra.
En fin, hasta la próxima.
Etiquetas: Algo que contar
En cuanto a lo del poveda, pues si lo pasamos muy bien, y esas fotos?? de donde las as sacao??
q salimos weeee
Bonita entrada.
Álvaro